Hungría da luz verde a Suecia para unirse a una OTAN fortificada antes que Rusia | Internacional

Suecia ha superado el último obstáculo para convertirse en miembro de la OTAN en otra expansión histórica motivada por la amenaza rusa, después de Finlandia. El Parlamento húngaro ratificó esta semana la membresía del país nórdico en la Alianza Atlántica después de retirarla durante 19 meses. Hungría, gobernada por el ultraconservador Viktor Orbán, era el último miembro de la alianza de 31 años en espera de verificación.

La ratificación de la vía abierta para Estocolmo -que abandona los símbolos de neutralidad y de país no alineado- se convierte en miembro 32 de la OTAN. La Alianza ha vuelto a trazar sus fronteras entre su entrada a Finlandia en abril de 2023 y ahora a Suecia, lo que podría hacer de manera efectiva esta semana. Los miembros de Estocolmo pueden tener consecuencias políticas geopolíticas justo cuando la guerra de Rusia contra Ucrania entra en su tercer año y en medio de la preocupación de que el Kremlin pueda verificar el compromiso mutuo de seguridad de sus alias. El miembro 32 otorga a la Alianza el control de casi todo el Mar Báltico (a excepción del enclave ruso de Kaliningrado), lo que puede facilitar el tránsito de truchas y tripulaciones desde las puertas del Mar del Norte de Noruega, además de acercar la isla de Gotland. , crucial para la defensa de los países bálticos.

Helsinki y Estocolmo buscaron ser miembros de la Alianza Atlántica poco después de que Rusia lanzara una invasión a gran escala de Ucrania. El presidente ruso, Vladímir Putin, que siempre protestó contra la expansión de la organización militar hacia este y que se escudó en la hipoteca de entrada a Kiev, consiguió el objetivo: una OTAN más amplia y más cercana. Sólo con la entrada de Finlandia y sus 1.300 kilómetros de cara a Rusia, la Alianza ya ha duplicado su alianza con el gigante euroasiático.

“Los miembros de Suecia tendrán a todos más fuertes y seguros”, afirmó el secretario general de OTAN, Jens Stoltenberg, en la prensa social. La entrada en Suecia coincide con un momento clave y complicado en la Alianza, que lucha con la incertidumbre del posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. El expresidente estadounidense ha lanzado ataques contra países que tienen poca defensa, comprometiendo el acuerdo de seguridad mutua.

Cuello en adherencia

La ruta Suecia desde OTAN ha sido cerrada. Primero fue Turquía, un país extranjero, el que retrasó la ratificación del cambio de Estado que hizo algunas reformas en su ley antiterrorista y acabó aprobando la adhesión al Parlamento entre meses de negociaciones y sólo unos días antes de que EE UU aceptara vender las cajas del F-16 a Ankara. . Turquía aprobó la adhesión del paso 23 años. El regreso de Hungría, que estaba seguro de que no sería el último en ratificarlo, tuvo un aspecto más sorprendente y un auténtico dolor de cabeza para Suecia y el resto de alias, lo que provocó un profundo malestar. En el pasado, el primer ministro de Sueco, Ulf Kristersson, envió una petición a Orbán en Budapest y ambos gobiernos obtuvieron el reconocimiento por la adquisición de cuatro cajas de Gripen de fabricación Sueca.

El líder húngaro se manifestó este lunes ante la Cámara apoyando la adhesión de Suecia tras haber dado resolución «a las disputas» entre ambos. Orbán, que mantiene relaciones con la Rusia de Putin, ha tenido argumentos en el último año en los que los críticos han arremetido contra el Estado de derecho -porque la UE mantiene congeladas 21.000 millones de euros en finanzas-, alegando una ofensa a los dirigentes húngaros. En su discurso ante el Parlamento, el Primer Ministro se refirió a los llamados de los Estados a aplicar palabras como “tutelas no solicitadas” e “intervenciones irrespetuosas”. Este mes, más de un mes después de la ratificación turca, el partido gobernante Fidesz, que boicoteó una votación sobre este mismo tema hace una semana, dio el sí a la ampliación. Tienen 188 votos uno a favor y seis en contra.

Esto, en medio de advertencias de intrigas rusas, ha intensificado la ofensiva diplomática en las últimas semanas. Tras la votación, Kristersson celebró este día «histórico». “Estamos preparados para asumir nuestra responsabilidad en la OTAN”, comentó el Primer Ministro de Suecia. Para el país escandinavo, que en las últimas semanas ha pedido que la ciudad esté «preparada mentalmente» para la guerra, la entrada en la Alianza es trascendental. Suecia abandona la neutralidad de dos siglos y trae a la OTAN un ejército tecnológicamente muy sofisticado (y similar a los estándares de organización militar), una posición estratégica y una poderosa industria de defensa (es uno de los mayores exportadores de armas per cápita del mundo). ).

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